Cuatro conocidos fumadores resumen los 365 días pasados desde que la Ley Antitabaco entró en vigor.
Lejos quedan los insumisos y las voces críticas han perdido intensidad. Un año después de la entrada en vigor de la Ley Antitabaco, a nadie le sorprende que en los espacios públicos cerrados ya no se fume y los hosteleros se han adaptado a la norma instalando terrazas en la calle.
En el recién acabado año, unas 600.000 personas han abandonado el tabaco, según cálculos del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), que representa a decenas de sociedades médicas y también estima que este año se han vendido 500 millones de cajetillas de tabaco menos. Pero no todos han podido o querido dejar de fumar, como es el caso de los cuatro conocidos fumadores con los que ha charlado Público. La escritora Almudena Grandes; el presidente del Partido Regionalista de Cantabria (PRC), Miguel Ángel Revilla; el cantautor Javier Krahe y la número dos de Equo, Inés Sabanés, no han abandonado el vicio, pero confiesan que han bajado el consumo de tabaco.
Público ya habló con ellos hace un año. Esta vez han constatado cómo se han cumplido sus pronósticos sobre cómo influiría la Ley Antitabaco en sus vidas. Almudena Grandes ha consolidado la costumbre de tomar copas en casas de amigos; Miguel Ángel Revilla ha pillado más de un constipado por comer en terrazas para no perder el puro de la sobremesa; Javier Krahe ya no juega al ajedrez porque «no es lo mismo sin tabaco»; e Inés Sabanés sigue concienciándose de que tarde o temprano deberá dejar de fumar.
El Ministerio de Sanidad ratificó hace unos días que no va a cambiar la norma en lo esencial, aunque, durante la tramitación de la ley, el PP, entonces en la oposición, defendió los intereses de los hosteleros al presentar una enmienda para que los bares y restaurantes pudieran tener espacios aislados para fumadores, que fue rechazada por la mayoría. El PP no incluía ningún cambio al respecto en su programa electoral, pero su presidente, Mariano Rajoy, sí había hecho algún guiño a los hosteleros en alguna ocasión. De ahí la importancia de que ahora, ya en el poder, el PP defienda la ley, «por sus beneficios sobre la salud».
Las sociedades médicas, por su parte, llevaban años insistiendo en los males del tabaquismo. Con motivo del primer aniversario de la norma, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), recordó hace unos días que cada día mueren unas 145 personas en España debido al tabaquismo. Esta adicción es la primera causa evitable de muerte en España, destaca la Separ. El tratamiento de las enfermedades derivadas del tabaquismo cuesta a la sanidad pública unos 8.000 millones de euros al año.
Pero los efectos de la Ley Antitabaco van más allá de la salud. Así, la norma ha cambiado también el aspecto de las ciudades y los pueblos, que en un año se han llenado de terrazas. Así, los hosteleros han mantenido a su clientela y han rebajado la intensidad de las críticas por las pérdidas económicas que dicen les ocasiona la prohibición de fumar. En cualquier caso, la Ley se cumple y las denuncias por fumar en locales cerrados quedan atrás en el tiempo. La asociación de consumidores Facua tramitó 2.568 quejas en 2011, la mayoría en los primeros meses de 2011.
Les dije que no tenían edad. Les di ejemplo, pero me resultó contradictorio”, confiesa. “Ahora los derechos de todos están más equilibrados. Los fumadores tienen más sitios donde ir”, concluye.
Publicado en: publico.es