El cannabis es un depresor del SNC, aunque dependiendo la concentración de principios activos puede presentar efectos de distoricón de la percepción de la realidad y también del orden de los depresores.
- Efectos físicos: boca seca, sed, enrojecimiento de ojos, aumento del apetito (sobre todo hacia alimentos dulces), broncodilatación, pérdida de coordinación corporal y lentitud de reflejos, taquicardia como consecuencia de un descenso de la presión arterial, dolores de cabeza.
- Efectos psicológicos: con el consumo de hachís y a dosis bajas – moderadas (dependiendo del tipo de consumidor) se pueden conseguir estados de bienestar, relajación, incremento de la sociabilidad, desinhibición, risa fácil (hilaridad), facilidad de palabra (locuacidad), alteraciones de la percepción (temporal y sensorial), y mayor sensibilidad a los estímulos. Reducción de la capacidad de concentración y alteración de la memoria inmediata.
Riesgos asociados al consumo de cannbis
- La mezcla de hachís con tabaco tiene también todos los riesgos derivados del consumo de tabaco.
- Problemas en el sistema respiratorio: bronquitis, laringitis, asma.
- Hormonas y reproducción: pérdida de la líbido, desajustes menstruales, anomalías en la movilidad y en la cantidad de los espermatozoides.
- La posesión y consumo en lugares públicos está penado por la Ley.
Tolerancia y riesgo de dependencia:
El consumo frecuente de cannabis puede generar tolerancia, lo que significa que el cuerpo se adapta al tetrahidrocannabinol (THC), el principal componente psicoactivo de la planta. Como resultado, se requieren dosis cada vez mayores para experimentar los mismos efectos, lo que puede intensificar los riesgos físicos y psicológicos asociados.
Aún así, el potencial adictivo de esta sustancia continúa siendo un tema controvertido. Diversos autores han sugerido que los derivados del cannabis no producen dependencia física, mientras que otros han descrito la aparición de ciertos signos de abstinencia en consumidores de dosis con altas concentraciones en THC. A su vez, diversos estudios clínicos indican que el síndrome de abstinencia en consumidores de grandes dosis de cannabis no se presenta con una sintomatología severa. El signo que más frecuentemente se presenta es la irritabilidad, anorexia e insomnio pero no se llegan a presentar ningún síndrome abstinencial orgánico. El síndrome de abstinencia no es lo suficientemente severo como para alterar significativamente la vida cotidiana del individuo. La severidad de la abstinencia dependerá de la dosis, la frecuencia y la duración del uso de la sustancia.
A pesar de todo lo aneterior, ante el posible riesgo de desarrollar dependencia, esta se caracteriza por:
- Necesidad compulsiva de consumir cannabis.
- Dificultad para controlar el consumo.
- Síntomas de abstinencia como irritabilidad, insomnio y ansiedad.
- Impacto negativo en la vida social, académica o laboral.