Con motivo del Día Mundial sin Alcohol, conmemorado el 15 de noviembre, el Proyecto En Plenas Facultades (EPF) de la Fundación Salud y Comunidad presenta un nuevo material preventivo dirigido a población universitaria y jóvenes en general.
Esta acción se enmarca dentro de los objetivos planteados por el proyecto para el curso 2025-2026, orientados a seguir desarrollando iniciativas innovadoras en prevención y reducción de riesgos relacionados con el consumo de drogas.
Una botella para acompañar, recordar y cuidar
Este año, EPF ha apostado por un formato tan cotidiano como simbólico: una botella de agua reutilizable. Pensada para acompañar al alumnado en distintos momentos del día, esta botella pretende ser un recordatorio constante de autocuidado e hidratación, elementos clave para reducir los daños asociados en contextos donde suele haber consumo de alcohol.
La presencia de esta botella en aulas, bibliotecas, entrenamientos, espacios de ocio o fiestas permite que el mensaje preventivo esté visible de forma continuada y constante.
Repensar la relación con el alcohol desde un enfoque realista y sin extremos
El lanzamiento del nuevo material se acompaña de un mensaje que invita a observar el consumo de alcohol con honestidad y sin presiones rígidas. En EPF buscamos formas sostenibles de cuidarnos y reducir riesgos, lejos de exigencias absolutas.
Muchas personas transitan procesos donde intentan dejar de beber, recaen, vuelven a intentarlo, y así sucesivamente. Este vaivén puede generar cansancio o frustración, y aunque no siempre se verbaliza, romper con el alcohol no suele ser un proceso fácil ni lineal.
En una cultura donde el alcohol está profundamente normalizado, EPF anima a:
- Cuestionar nuestros hábitos.
- Identificar situaciones de riesgo.
- Incorporar medidas de autocuidado.
- Reconocer límites personales.
El objetivo es aumentar la percepción de riesgo, adoptar prácticas que minimicen daños y evitar discursos moralistas, sin obviar los efectos negativos del alcohol en la salud, la seguridad y el bienestar, especialmente en la población joven.
Salir sin beber: una oportunidad para reconectar
El Día Mundial sin Alcohol también invita a experimentar alternativas: salir sin beber, observar cómo cambian las interacciones sociales, escuchar la propia energía y descubrir que el bienestar no depende únicamente de una sustancia.
Está en el baile, las amistades, la conexión y la comunidad que enriquecen nuestras experiencias cotidianas.
Una botella que es más que una botella
La nueva botella de agua no solo pone en valor la importancia de mantenerse hidratado/a —fundamental en espacios de fiesta y actividades intensas— sino que funciona como una herramienta práctica, visible y adaptada a la vida universitaria.
Además de revertir la deshidratación que provoca el alcohol, fomentar la alternancia entre beber alcohol y agua permite:
- Reducir la velocidad y frecuencia del consumo.
- Disminuir la ansiedad o craving por seguir bebiendo.
- Mantener una mayor sensación de control durante la noche.
Su presencia cotidiana acompaña a las y los estudiantes en la construcción de una relación más consciente con el alcohol, apoyando procesos de reflexión y decisiones que favorezcan la salud y el bienestar.
Compromiso con la salud y la reducción de riesgos
Con esta iniciativa, el Proyecto En Plenas Facultades reafirma su compromiso con la promoción de prácticas saludables, el autocuidado y la reducción de riesgos en la comunidad universitaria.

