Es cualquier estímulo (incluido el contacto corporal) que conduce a, mejorar y mantener la excitación sexual y que puede conducir al orgasmo. Ahora bien, la excitación sexual puede surgir sin estimulación física, aunque a menudo implica estimulación de los genitales. Sin embargo, también puede incluir estimulación de otras áreas del cuerpo, estimulación de los sentidos (como la vista o el oído) y estimulación mental (es decir, leyendo o fantaseando). La estimulación puede ser por uno mismo (por ejemplo, masturbación) o por una pareja sexual (relaciones sexuales u otra actividad sexual), mediante el uso de objetos o juguetes sexuales, o mediante alguna combinación de estos métodos.