LSD

INTRODUCCION:

La dietilamida del ácido lisérgico (LSD-25) conocido por LSD o tripi es una de las sustancias alucinógenas más conocidas. Fue Hoffman en 1938 quien sintetizó esta sustancia a partir de un hongo parásito (cornezuelo) del centeno. Más adelante en 1943 Hoffman descubre que dicha sustancia posee efectos enteogénicos (psiquedélicos o alucinógenos) muy potentes.

En la década de los 70 y gracias al movimiento contracultural de la época el LSD se convirtió en una sustancia altamente consumida creándose todo un “culto psicodélico” en torno al LSD. A nivel terapéutico se utilizó principalmente en psiquiatría.

COMPOSICIÓN Y PRESENTACIÓN:

Suele presentarse en papel secante impregnado en pequeños cuadros de papel que pueden representar diferentes dibujos. También puede encontrarse en forma de tabletas, cápsulas y líquido.

VÍAS DE ADMINISTRACIÓN

Vía Oral. Al ser una sustancia muy potente bastan dosis muy bajas para que se produzcan los efectos alucinógenos. La dosis habitual es de 50-200 µg. La intensidad de los efectos dependerá de la dosis.

Los efectos del LSD pueden ser imprevisibles, dependiendo de la dosis, la personalidad, del estado de ánimo y de las expectativas.

EFECTOS

Aparecen a los 30-90 minutos, tiene su máximo efecto a las 3-5 horas después de la administración y éstos pueden prolongarse durante 8 – 12 horas e incluso depende de los casos hasta varios días.

FÍSICOS PSICOLÓGICOS
Dilatación de pupilas, náuseas, elevación de la temperatura corporal, frecuencia cardiaca y presión arterial, sudoración, somnolencia, pérdida de apetito, sequedad de boca, temblores, taquicardias. Aceleración de pensamientos, aumento de energía, sentir diferentes emociones a la vez, intensificación de los sentidos, experiencias espirituales, alucinaciones visuales y auditivas y delirantes, modificación de la orientación temporoespacial, se pueden producir situaciones de pánico.
RIESGOS
  • “Mal viaje”: caracterizados por situaciones de pánico, paranoias, experimentar sensaciones negativas de ansiedad y miedo.
  • Flasbacks: revivir experiencias ocurridas durante el “viaje” sin haber consumido el LSD. Estos pueden aparecer de manera totalmente inesperada y pueden presentarse a los pocos días como pasados varios días o incluso meses.
  • Pequeñas depresiones, confusión, ansiedad.
TOLERANCIA Y DEPENDENCIA

El LSD no se considera adictivo, pero si presenta una alta tolerancia necesitando cada vez dosis mayores para poder experimentar los mismos efectos, aumentando lógicamente los riesgos al ser una sustancia de efectos imprevisibles. Se crea tolerancia cruzada a otros alucinógenos.