ANFETAMINAS / SPEED

INTRODUCCION:

La anfetamina fue sintetizada por primera vez en 1887 por el químico rumano Lazăr Edeleanu, quien llamó al compuesto fenilisopropilamina

Desde entonces, la anfetamina ha sido utilizada como agente para mejorar el rendimiento, tanto físico (inaugurando el dóping deportivo), como intelectual (dóping cognitivo). Sin emabrgo, su dispensación indiscriminada junto con el desconocimiento público respecto de sus peligros, se desencadenaron fenómenos de abuso y adicción, por lo que en 1971, la anfetamina fue sometida a control internacional en el marco de la Convención Internacional de Psicotrópicos y en España se convirtió en una sustancia controlada sujeta a fiscalización desde 1983.

A parte de sus propiedades terapéuticas reconocidas como supresor del apetito y en el tratamiento de la narcolepsia y del TDAH – Trastorno del Déficit de Atención con Hiperactividad, también se consumen en espacios de fiesta. 

COMPOSICIÓN Y PRESENTACIÓN:

La anfetamina es estimulante del Sistema Nervioso Central, y su nombre científico es sulfato de anfetamina, perteneciente a la familia de las fenetilaminas. 

La presentación más habitual es en polvo blanco o amarillento, en pasta y en forma de pastillas o cápsulas. También la puedes encontrar en líquido.

En la calle lo escucharás como speed, pero también se le llama dexedrina, píldoras de adelgazamiento, anfetas, bennies, dexies, pitxu, pinini.

A menudo su composición varía en cuanto al porcentaje de pureza, según donde se adquiera. Existen anfetaminas que se comercializan como medicamentos para el tratamiento de distintos trastornos, por lo que el grado de pureza será alto. Sin embargo, la anfetamina que nos encontramos en el mercado negro, muchas veces contiene adulterantes, diluyentes y/u otros derivados anfetamínicos como cafeína, ibuprofeno, glucosa, lactosa, propilanfetamina, 4-FMP entre otros, para aumentar su volumen, y con esto, los riesgos asociados a su consumo.

VÍAS DE ADMINISTRACIÓN

Generalmente se consumen por vía nasal (esnifadas) u oral (comidas en forma de ‘bombas’ o en forma de pastillas). También pueden consumirse por vía fumada e intravenosa, aunque estas maneras resultan ser  menos frecuentes.

EFECTOS

Aún en dosis pequeñas y controladas, la anfetamina es un estimulante del Sistema Nervioso Central que ayuda a disminuir el sueño y el apetito e incrementar la actividad física. 

Dentro de los efectos a corto plazo, se encuentran:

  • Aumento de atención y reducción de fatiga
  • Aumento de actividad física
  • Disminución del apetito y del sueño
  • Sensación de euforia o “rush”
  • Aumento de la frecuencia respiratoria
  • Latidos cardíacos rápidos o irregulares
  • Hipertermia
  • Sensación de autoestima aumentada
  • Verborrea
  • Agresividad
  • Sequedad de boca
  • Sudoración
  • Contracción de la mandíbula
  • Dificultades en la erección

Además de su alto potencial adictivo, el uso compulsivo produce síntomas a largo plazo que pueden incluir ansiedad, confusión, insomnio, trastornos emocionales y comportamiento violento. También pueden demostrar varias características psicóticas, incluyendo la paranoia, alucinaciones auditivas y visuales, y delirio. 

El síndrome de abstinencia se presenta con un cuadro muy grave de depresión, letargia y cansancio, lo que puede llevar a tomar grandes dosis de anfetaminas para mitigar este estado.

RIESGOS

Al ser una sustancia que mayormente se consume por inhalación, los riesgos asociados a esta vía de administración están dados principalmente por el daño sobre la mucosa nasal. También puede causar problemas cardiovasculares, incluyendo un aumento en la frecuencia cardiaca, latido irregular del corazón y elevación de la presión arterial.  Además, la pérdida del apetito es frecuente lo que conlleva a una situación de desnutrición y mayor vulnerabilidad a enfermedades e infecciones.

Su uso compulsivo puede desencadenar psicosis. Estos síntomas psicóticos (paranoia, alucinaciones auditivas y visuales, y delirio) a veces duran hasta meses o años después de haber dejado de usar la sustancia. 

Una intoxicación por anfetamina puede producirse a partir de los 30mg. Una sobredosis puede elevar la temperatura del cuerpo a niveles peligrosos (hipertermia) y producir convulsiones, que si no se tratan inmediatamente pueden resultar fatales.

INTERACCIONES

Si estás consumiendo algún tipo de medicamento, debes tener especial cuidado con el uso de anfetaminas pues la interacción entre las sustancias aumenta las probabilidades de una reacción adversa en personas con hipertiroidismo, glaucoma, diabetes o enfermedades cardiovasculares como angina, hipertensión o arritmias. 

  • Estimulantes (cocaína, MDMA): puede aumentar el efecto de ambos y con ello la probabilidad de sufrir episodios de sobreestimulación.
  • Depresores (alcohol, ketamina, GHB): puede hacer que se contrarresten los efectos por lo que se necesitará mayor cantidad para conseguir los efectos buscados en ambas.
  • Psicodélicos (LSD, Setas) puede aumentar el efecto de ambos aumentando la probabilidad de sufrir una reacción adversa.
  • Medicamentos: Especial atención con furazolidona (medicamento para el tratamiento de la diarrea infecciosa) o con IMAOs (inhibidores de la monoaminaoxidasa) pues pueden provocar reacciones hipertensivas graves.
  • La anfetamina puede reducir el efecto de la guanetidina (medicamento para el tratamiento de la hipertensión).
  • Los antidepresivos tricíclicos, el bicarbonato y las píldoras anticonceptivas podrían aumentar el efecto de la anfetamina y, por tanto, aumentar la probabilidad de reacción adversa (complicación cardíaca).

Si se consume durante el embarazo puede dar lugar a retraso en el crecimiento intrauterino, parto prematuro y aumentar la mortalidad en la madre, el feto y el recién nacido.

TOLERANCIA Y DEPENDENCIA

Con el fin de alcanzar los mismo efectos que se vivieron cuando recién se comienza a usar esta sustancia, se puede desarrollar tolerancia a los efectos placenteros de la anfetamina, es decir que para intensificar los efectos deseados, las personas usuarias toman dosis más altas, con más frecuencia y/o cambian el método de administración. 

El síndrome de abstinencia ocurre cuando se deja de usar la anfetamina y entre sus síntomas están la depresión, la ansiedad, el agotamiento y un deseo vehemente por la droga (“craving”).

REDUCCIÓN DE RIESGOS

Siempre la recomendación será no usar anfetaminas, pero si decides hacerlo debes tener en cuenta que salvo que realices un análisis en laboratorio, no existe método que pueda utilizarse para determinar el grado de pureza de esta sustancia. Aunque tenga un olor característico, éste no representa un indicativo de calidad. Características tales como el olor, color o textura no nos dicen mucho de la pureza de la sustancia. 

Si se consume esnifado, las rayas han de ser pequeñas (más pequeñas que las de cocaína) y espaciar su consumo para evitar un exceso de estimulación. El rulo utilizado para ello debe ser personal e intransferible para evitar contagios. Además, se debe pulverizar bien la sustancia para evitar hemorragias. Si se ha hecho una pasta, puede ser útil abrir la bolsa para secarlo, poner un papel secante durante una hora, calentarlo o consumirlo en forma de ‘bomba’.

Por último, si lo consumes en espacios de fiesta, es bueno hidratarse y descansar pues al ser una sustancia estimulante, se deben evitar los golpes de calor (aumento temperatura corporal y desfallecimientos).