La UdG dispone desde febrero de un servicio gratuito que orienta al alumnado sobre temas relacionados con el consumo de drogas y la salud afectivosexual, entre otras

ITS y cannabis, los principales motivos de consulta
El servicio está abierto a todos los estudiantes de la UdG y los profesionales atienden cada jueves en un aula común del campus de Montilivi, pero se tiene que pedir cita a través de un formulario en línea. A pesar de que existe la opción de hacer una consulta virtual, desde el equipo de profesionales del servicio recomiendan que la primera consulta sea presencial. En el caso de las consultas sobre adicciones, se hace un seguimiento a través de sesiones continuadas y a largo plazo. García explica que, en principio, se contempla que una persona pueda hacer un máximo de diez sesiones de una hora cada una, en las cuales se trabajan herramientas y habilidades, a través de una perspectiva integral que tiene en cuenta también las emociones y los pensamientos, para cambiar las conductas problemáticas y adictivas relacionadas con drogas, pantallas o juegos de apuestas. En cuanto a las consultas relacionadas con temas de salud afectiva y sexual, en cambio, el enfoque prevé sesiones más puntuales y de una duración estimada de veinte minutos, a pesar de que en casos concretos se pueden programar más de una consulta. En este aspecto, el servicio no solo ofrece orientación sobre métodos anticonceptivos o la interrupción voluntaria del embarazo, sino que también ofrece la posibilidad de hacer cribas para descartar infecciones de transmisión sexual o pruebas de embarazo, así como el suministro de métodos de anticoncepción de emergencia, preservativos o productos de salud menstrual.

El reto: convertirse en referentes
Tanto García como Hernández, los cuales trabajan también en el Centro Joven de Salud de Girona, destacan que la posibilidad de atender directamente a la juventud universitaria es muy gratificante, puesto que se permite profundizar en la promoción de la salud y trabajar con una mirada mucho más amplia de la sexualidad y las adicciones. “Estamos en una franja de edad donde empiezas a actuar como quieres, a tomar decisiones importantes y donde te planteas más seriamente tu persona. Hay mucha más conciencia que en otras etapas. Por eso nos gusta este punto del colectivo universitario, porque el trabajo que haces te permite profundizar mucho más. Es muy gratificante”, afirma la comadrona del servicio de salud afectiva y sexual de la UdG. Ahora el reto, según lxs profesionales que llevan el servicio, es introducirse totalmente en la comunidad universitaria y generar una mayor demanda de los y las estudiantes. “Queremos llegar a un punto donde se estabilizara el servicio y que, a partir de aquí, podamos plantearnos crecer y que la comunidad universitaria nos tenga como referentes cuando haya problemáticas como las que pretendemos acompañar”, señala García.Fuente original: Social.cat
Traducida al castellano por: En Plenas Facultades